La Virgen de los Reyes es la devoción más antigua que posee Sevilla. Enmarcada en el siglo XIII y de escuela francesa, su devoción llegó a Sevilla -según cuenta la leyenda– tras ser mandada tallar por el Rey Santo tras verla en sueños antes de Reconquistar Sevilla. Fue la primera imagen en Andalucía en ser coronada en 1904 y, símbolo de su fuerza, Sevilla organizó una histórica procesión magna con motivo de su nombramiento como patrona el 24 de noviembre de aquel 1946 en la que fue trasladada al Ayuntamiento y en la que participaron todas las hermandades de penitencia, gloria y sacramentales. Además, la acompañaron imágenes de la talla de la Virgen del Amparo, la Amargura, el Valle, la Macarena, el Pilar y la Reina de Todos los Santos.

Esta devoción de siglos no solo ha quedado guardada entre las cuatro paredes de su fastuosa y plateresca Capilla Real sino que ha viajado por España y parte del mundo. Ejemplos son las procesiones o tallas con esta advocación que reciben culto en la provincia de Sevilla, Andalucía Occidental, Canarias y Ceuta; donde Sevilla ejercía su poder arzobispal, además de Madrid, Salamanca, Barcelona, el País Vasco o distintos lugares de Hispanoamérica.

En este 22 de diciembre, se cumple el 772 aniversario de la llegada de la Virgen a Sevilla, que participó en la entrada triunfal del Santo Rey Fernando III a la ciudad, fecha elegida por el monarca que descansa a los pies de la patrona por ser el día en el que la iglesia conmemoraba el traslado a León del cuerpo de San Isidoro.

Representaciones de los ejércitos del Rey con banderas victoriosas, siendo arrastradas las insignias del enemigo, era parte del cortejo de la entrada de San Fernando, además de caudillos, infanzones, militares, seculares y eclesiásticas, arzobispos y obispos, concluyendo con la Santísima Virgen.

Gutiérrez Ruiz de Olea, obispo de Córdoba y electo de Toledo purificó la mezquita mayor, donde fue entronizada la imagen en el altar mayor y le dedicaron el templo bajo el título de Santa María de la Asunción. A lo largo de la historia la Virgen de los Reyes ha tenido otras advocaciones como Santa María de Sevilla, Santa María Gloriosa y Nuestra Señora de los Ángeles.